Documental del grupo "Difamadores" expone a la empresa Watts como uno de los responsables de la muerte de 18 niños

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18 muertes ignoradas por la Fiscalía y cuatro ejecutivos que no pasaron un día en cárceles comunes luego que la Corte Suprema rechazara un juicio de nulidad. El documental Caso ADN: Justicia en polvo, realizado por Difamadores, vuelve a abrir el debate sobre uno de los casos más polémicos del sistema de salud chileno: la comercialización de un producto en mal estado que provocó la muerte de niños a vista y paciencia de las autoridades.

Fue en 2008 cuando el gobierno de Michelle Bachelet tomó una serie de resoluciones sanitarias prohibiendo la distribución del producto ADN Nutricomp, calificado como un "alimento para regímenes especiales" pero registrado en el sistema como un fármaco. Quienes lo consumieron presentaron cuadros de hipocalemia y en otros causó la muerte.

"Las autoridades de Salud deben realizar un 'mea culpa' en este caso", explicó el realizador del documental para Difamadores, Eduardo Mardones, en conversación con Verdad Ahora. "Existe una gran responsabilidad por la nula fiscalización de este producto en los 26 años desde que se elaboró. Deben explicarle al país y principalmente a las familias de las víctimas, por qué este alimento se le prescribía a enfermos sin contar con el registro sanitario correspondiente".

En un impactante relato el documental Caso ADN: Justicia en polvo revela cómo el Ministerio Público desestimó la responsabilidad que le competía en la comercialización del producto a la empresa Watts, cuyo presidente de directorio es Fernando Larraín, hermano del timonel de RN Carlos Larraín.

Como explica la abogada de las familias, Ruzy Mitrovic, la única empresa responsable mencionada por los medios fue B Brown, que contaba entre sus abogados al posterior ministro de Justicia de Sebastián Piñera, Felipe Bulnes. Los ejecutivos de Brown fueron condenados a cuatro años de libertad vigilada, sin pasar un día en la cárcel, por delitos contra la salud pública, contrabando y falsificación.

"Los antecedentes que usted conocerá en este reportaje son tan escandalosos que nos obligan a preguntarnos, ¿para quién trabajaron los fiscales?", plantea Difamadores en la presentación de su trabajo periodístico.