Una corte federal canadiense confirmó que hubo fraude electoral en las elecciones generales de 2011 en Canadá, que concluyeron con la victoria del Gobierno del premier canadiense, Stephen Harper.
La corte determinó el jueves la existencia de fraude en las elecciones de 2011 en Canadá, pero rechazó revocar el mandato de las personas implicadas argumentando que el resultado no se ha visto afectado.
La corte se refirió a las llamadas automatizadas, conocidas por muchos como el caso de "Pierre Poutine", en seis circunscripciones de Guelph, en Ontario. "Estas llamadas golpearon la integridad del proceso electoral al intentar disuadir a los electores de realizar su voto por su candidato preferido", añadió.
Según el juez Richard Mosley "Esta forma de 'supresión de electores' era desconocida en el país hasta estas 41ª elecciones generales", durante las cuales se realizaron llamadas automatizadas a los electores de partidos distintos al Partido Conservador sobre el cambio de dirección de los centros electorales: la información era falsa y su objetivo que los votantes no acudieran a votar.
Añadió que es evidente que la persona que hizo las llamadas automatizadas tenía acceso a una base de datos del Partido Conservador. Sin embargo, explicó que no existen pruebas de que el Partido Conservador estuviera directamente detrás del fraude.
Las elecciones, en las que Stephen Harper consiguió un gobierno mayoritario en el Parlamento al frente de los conservadores, no serán anuladas.
Por su parte el Council of Canadians, grupo que se encargó de presentar la demanda, denunció que la falta de cooperación y los intentos de interrumpir el caso frente a la corte demuestran que el premier estaba implicado en el fraude electoral.