En América Latina se desarrolló y sigue evolucionando la desaparición forzada, según la ONU

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No es posible entender el fenómeno de las desapariciones forzadas en el mundo sin relacionarlo con América Latina, dijo a Sputnik Nóvosti el presidente del Grupo de Trabajo de la ONU especializado en este crimen de lesa humanidad, Ariel Dulitzky.

"Uno puede ver claramente a América Latina como un lugar donde se desarrolló, se perfeccionó y donde continúa evolucionando la práctica de la desaparición forzada", dijo Dulitzky.

Este domingo 30 de agosto se observa el Día Mundial de las Víctimas de las Desapariciones Forzadas.

"Lamentablemente", en esta región fue "donde se utilizó en forma masiva, donde se refinaron nuevas técnicas para desaparecer personas, donde se practicó este crimen como política de Estado y donde hoy vemos nuevas formas, algunas de ellas perpetradas por el crimen organizado", observó el jurista argentino.

En la larga guerra civil de Guatemala (1960-1996), unas 45.000 personas fueron desaparecidas.

Los regímenes autoritarios de América del Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) aplicaron este crimen en forma sistemática contra opositores en las décadas de 1960, 1970 y 1980.

El caso más notorio es el de Argentina, a cuya última dictadura (1976-1983) grupos humanitarios le atribuyen 30.000 desaparecidos.

La desaparición forzada se aplicó asimismo de modo sistemático en la lucha contrainsurgente en Perú (1980-2000), en la guerra civil colombiana y en situaciones de violencia política en Haití, Nicaragua y El Salvador.

Dulitzky subrayó que es también en América Latina donde "vemos nuevas variaciones", pues tradicionalmente las desapariciones eran utilizadas "como represalias a opositores políticos", mientras "hoy ocurren en otros contextos, como en la lucha contra el narcotráfico", abundó.

Es el caso de México, cuyas autoridades reconocen unas 22.000 víctimas de desapariciones forzadas.


Laboratorio de respuestas

Pero, a la vez, el experto subrayó que esta es la región del mundo con mayores innovaciones en la respuesta a estos crímenes.

"Uno no puede entender el movimiento mundial de derechos humanos si no entiende el movimiento de derechos de América Latina, surgido para responder a las desapariciones forzadas", estimó.

De modo análogo, fue en esta región donde por primera vez los familiares de víctimas de violaciones de derechos humanos, particularmente de desapariciones, se organizaron y comenzaron a enfrentarse a los regímenes autoritarios.

Así que la gravedad e intensidad de la desaparición forzada en la región llevó a la "emergencia de nuevas formas de hacer defensa de los derechos humanos", indicó Dulitzky.

Lo mismo puede decirse de América Latina como región pionera en cuanto a "la mujer encabezando las luchas contra las desapariciones", dijo.

Ese rol de liderazgo femenino se repite en cualquier país de la región, desde México, con las familiares de los desaparecidos conduciendo búsquedas, protestas y denuncias, hasta Argentina, con sus célebres Madres de Plaza de Mayo, marchando durante décadas con las cabezas cubiertas de pañuelos blancos.

El jurista también señaló que incluso en las respuestas judiciales y legales la región está a la vanguardia, con una gran cantidad de criminales enjuiciados en Argentina, en Chile e incluso en Perú, un "país con una elevada impunidad" que sin embargo condenó a prisión al expresidente Alberto Fujimori por crímenes que incluyen desapariciones forzadas.


La punta del iceberg

El Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias fue creado por la ONU en 1980 con un mandato de ayudar a los familiares de los desaparecidos a encontrarlos.

En sus 35 años de existencia ha acumulado una base de datos de 43.250 casos no resueltos en 88 países de todos los continentes "y bajo todo tipo de regímenes políticos", explicó Dulitzky.

En el mismo lapso logró aclarar unos 12.000 casos.

Pero estos números "no reflejan la totalidad del problema en el mundo, son apenas la punta del iceberg", si bien dan una dimensión de su extensión y globalidad, dijo el jurista.

El experto puso como ejemplo el caso argentino, donde organizaciones de derechos humanos denunciaron 30.000 víctimas, la Comisión Nacional sobre Desaparición Forzada documentó 8.900 casos y "ahora estos registros han aumentado", pero el Grupo de Trabajo solo tiene registrados unos 2.300.

De acuerdo a la cantidad y persistencia de denuncias que recibe, el Grupo ha señalado recientemente con preocupación los dramas que se desarrollan en Pakistán, Egipto, Siria y Corea del Norte.

En Siria, que vive una guerra civil generalizada desde 2011, la Red Siria para los Derechos Humanos asegura que casi 85.000 personas fueron víctimas de desaparición forzada.

La desaparición forzada es un delito permanente, tipificado como crimen contra la humanidad por varias convenciones. La víctima se ve privada de su libertad a manos de agentes del Estado o de individuos o grupos que actúan con su apoyo.

Los perpetradores no reconocen ni hacen pública esa privación de libertad y a menudo recurren al asesinato, tras un cautiverio oculto y con torturas, lo que asegura la impunidad del crimen.


Fuente: "En América Latina se desarrolló y sigue evolucionando la desaparición forzada, según la ONU", sputniknews, 29 de agosto de 2015.




LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE CRÓNICA EN ZONA LIBRE.