Henk Zanoli devolvió la medalla de Justo entre las Naciones que reciben quienes protegieron judíos del nazismo después de que seis familiares suyos murieran en los bombardeos a Gaza, y censuró la "aspiración de construir un estado exclusivamente para judíos" por contener un "elemento racista", informó la prensa israelí.
El abogado jubilado Henk Zanoli, de 91 años, afirmó que retenerla sería un "insulto a su familia" ya que el 20 de julio -durante la operación "Filo protector"- seis parientes suyos murieron por un bombardeo al campamento palestino de El Bureij, en Gaza, informó el diario israelí Haaretz.
Zanoli remitió la medalla a la embajada de Israel en Holanda con una nota en la que dice que la aceptará de vuelta solo cuando Israel garantice a todos los que viven bajo su control "los mismos derechos políticos y oportunidades económicas y sociales".
Entre 1943 y 1945, Zanoli y su madre pusieron en riesgo sus vidas bajo la ocupación nazi de Holanda al esconder de sus perseguidores a Eljanán Pinto -un niño judío holandés, entonces de 11 años-, que ya había perdido a sus padres, quienes murieron en un campo de concentración nazi.
Por esa razón, en 2011 el museo israelí de Yad Vashem, dedicado a la recordación del holocausto judío en Europa bajo el nazismo, le entregó a él y a su difunta madre, Johana Zanoli-Smit, la medalla de los Justos entre las Naciones.
Los Zanoli tomaron un doble riesgo porque en el momento en que refugiaron a Pinto ya estaban en la mira debido a su oposición a la ocupación alemana.
El padre de Zanoli murió en el campo de Mauthausen por ese motivo y su cuñado fue ejecutado como miembro de la resistencia holandesa. Uno de sus hermanos tenía una prometida judía que desapareció bajo el nazismo.
La biznieta de Zanoli es una diplomática holandesa casada con un economista palestino, Ismail Ziadah, nacido en El Bureij, campo de refugiados de Gaza central que acogió a sus padres, oriundos de la aldea palestina de Fallujah, sobre la cual Israel erigió la ciudad judía de Kiryat Gat, detalló Haaretz.
Parte de la familia Ziadah falleció el 20 de julio, cuando una bomba destruyó su vivienda y mató a la matriarca Muftiyah, de 70 años, a tres de sus hijos, la esposa de uno de ellos y el hijo de ambos, de 12 años.
La bomba dejó huérfanos además a otros diez nietos de Muftiyah, y mató a un vecino que estaba de visita en ese momento.
En la nota que acompañó la medalla, Zanoli condiciona la recepción del honor de Justo entre las Naciones (por sí o a través de sus descendientes) a que el Estado de Israel garantice a todos los que viven bajo su control "los mismos derechos políticos y oportunidades económicas y sociales", aunque esto implique que el Estado deje de ser "exclusivamente judío".
Después de sesenta años, explica Zanoli, pasó de apoyar firmemente al "pueblo judío y sus aspiraciones a un hogar nacional" a descubrir que "desde su inicio, el proyecto sionista contenía un elemento racista, al aspirar a construir un estado exclusivamente para los judíos", que es lo que llevó al "pueblo judío de Israel" al "pantano actual" desde el que no quiere ser condecorado.
"En este contexto, es particularmente impactante y trágico que hoy, nuestra familia se enfrente a la muerte de familiares en Gaza. Es un asesinato cometido por el Estado de Israel", afirma Zanoli en una carta que envió por mensajero, junto a la medalla y el certificado, a la Embajada de Israel en La Haya, el mismo lugar en el que los recibió en una ceremonia oficial hace tres años.
"Los tataranietos de mi madre han perdido a su abuela (palestina) a tres tíos, una tía y un primo a manos del Ejército israelí. Mantener el honor concedido por el Estado de Israel, bajo estas circunstancias, sería un insulto a la memoria de mi valiente madre, que arriesgó su vida y la de sus hijos luchando contra la opresión y por la preservación de la vida humana, así como un insulto a mis parientes, cuatro generaciones posteriores, que han perdido a al menos a seis familiares en Gaza a manos del Estado de Israel", explica el anciano.