Georgia no estará representada en la próxima cumbre de la OTAN en Gales, Reino Unido, por su primer ministro Irakli Garibashvili. En lugar del jefe del Ejecutivo a la reunión asistirá el presidente del país, una "figura simbólica", según expertos, que explican los cambios de última hora por el descontento de Tiflis con la política de la Alianza respecto a Georgia y también por el deseo de agradar a Moscú, escribe hoy Kommersant.
La decisión de Garibashvili de no acudir a la cumbre en Gales fue anunciada por la ministra de Exteriores de Georgia, Maya Pandzhikidze.
"El primer ministro y los miembros del Gobierno decidieron que Georgia estará representada en la cumbre por el presidente Gueorgui Margvelashvil", dijo la canciller.
Este anuncio se produce después de la visita a Georgia del enviado especial del secretario general de la OTAN, James Appathurai, quien confirmó que Tiflis no recibirá en Gales una "hoja de ruta" para la entrada en la Alianza Atlántica.
Según el rector de la Academia Diplomática de Georgia, Iósif Zinzadze, la dirección del país está muy descontenta con la postura de los líderes de la OTAN.
"Les está diciendo que si lo que van a hacer es tomar una decisión simbólica sobre Georgia durante la cumbre (ofreciendo una mayor cooperación), les mandaremos a una figura simbólica, el presidente", explicó el experto.
Por su parte, la oposición georgiana cree que la negativa de Garibashvili de acudir a la cumbre de la OTAN es una señal para Moscú.
"Está enviando una señal a Moscú, que dio la luz verde para la asociación de Georgia con la UE pero prohibió su acercamiento excesivo a la OTAN", considera uno de los líderes del opositor Movimiento Nacional Único, David Darchiashvili.