Ministro de Exteriores británico cuestiona estrategia europea de independencia de Escocia

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El ministro británico de Exteriores, William Hague, ha echado un jarro de agua fría sobre la hoja de ruta para la incorporación en la Unión Europea que plantea la campaña a favor de la independencia de Escocia. Horas antes del viaje que el ministro principal de Escocia y líder nacionalista Alex Salmond emprende este lunes a Bélgica, el titular del Foreign Office le advertía que su plan de adhesión al club europeo es "incierto" y perjudicial para el contribuyente escocés. "¿Cuál es su plan B?", demanda Hague en una carta dirigida al jefe del autogobierno de Edimburgo y cabeza del Partido Nacional de Escocia (SNP, en sus siglas en inglés).

Salmond defenderá hoy los beneficios que Escocia aportará a la UE si el electorado opta por la independencia en el referendo del próximo 18 de septiembre. "Nuestras inmensas reservas naturales, nuestra contribución económica y financiera, nuestros bancos de pesca, los vínculos sociales y culturales, además de nuestro compromiso con los valores fundacionales del ideal europeo, nos sitúan en el corazón de la UE", señalará el líder nacionalista en una intervención en la pionera Escuela de Europa, ubicada en Brujas.

La visita, que se extenderá a Bruselas, debería dar pie a algo más que la promoción de los factores positivos de una nación unida a Inglaterra desde 1707, según la misiva de Hague. El ministro conservador insta a Salmond a clarificar la postura de los miembros Estado porque la propuesta de adhesión "no concuerda" con la normativa europea. "Los votantes necesitan mejor información", resalta el jefe de la diplomacia británica.

La carta enumera las principales cuestiones que Londres pone en duda sobre la propuesta de Edimburgo para asegurar voz y voto de Escocia en las instituciones comunitarias. Sobre el proceso y plazos de la negociación para completar la adhesión, Hague pregunta a Salmond: "¿Qué garantías ha recibido de que los 28 estados miembro están de acuerdo con este paso sin precedentes?" "¿Cuál es su plan B si no logra alcanzar su deseo de convertir Escocia en estado independiente y miembro de la UE a los 18 meses de un sí en el referendo?".

El consenso de los jefes de gobierno necesario para que Escocia preserve las excepciones negociadas por Londres en materia de control de fronteras o la libra esterlina centra la atención del ministro tory tanto como las cuestiones sobre seguridad de las pensiones, financiación o acceso a los fondos estructurales. "Las negociaciones van a ser complejas y largas y el resultado ciertamente será menos ventajoso para Escocia que el estatus quo", argumenta Hague.

Ian Duncan, candidato conservador al parlamento europeo en las elecciones de mayo, ha advertido a su vez del riesgo que representa el plan independista de Salmond a nivel internacional: "Hay muchos estados europeos nerviosos con la amenaza de sus propios movimientos separatistas, ya sea España, Bélgica o Italia. Un voto por la separación es un voto por la incertidumbre, la duda y la erosión de todo lo que Escocia tiene como miembro constituyente de Reino Unido".