El Comandante de Operaciones Especiales de Estados Unidos, Almirante William McRaven, ordenó que sus subordinados destruyeran las fotografías del cadáver de Osama Bin Laden, a sólo horas de presentarse una acción judicial en la Corte del Distrito de Columbia, por Ley de Transparencia (FOIA), que buscaba dar a conocer las imágenes.
Judicial Watch, el grupo que presentó la solicitud, publicó un correo electrónico entregado por el Departamento de Defensa, en el cual McRaven escribe: "Un tema en particular sobre el que deseo enfatizar son las fotografías, especialmente los restos de OBL (Osama Bin Laden). En este momento - todas las fotos deberían ser entregadas a la CIA; si aún las mantienen, destrúyanlas inmediatamente..."
El mensaje fue enviado el viernes 31 de mayo de 2011 a las 5:09 pm., horas después de que Judicial Watch realizara una conferencia de prensa anunciando la presentación de un requerimiento por Ley de Transparencia ante los tribunales.
"La acción de McRaven para purgar las fotografías parece haber surgido, al menos en parte, como respuesta a los agresivos esfuerzos de Judicial Watch para obtener las imágenes del fallecido Bin Laden que el Presidente Obama, en una reescritura de la ley federal sobre registros públicos, se ha negado a revelar", escribe la organización.
Según el president de Judicial Watch, Tom Fitton, el "email es una pistola humeante, revela un desprecio por las leyes y el derecho del pueblo estadounidense a saber. La administración Obama ha tratado de encubrir este escándalo - nuestra querella lo expuso. Exigimos que se investigue el intento por destruir los documentos de la operación de Bin Laden".
¿Por qué McRayen ordenó que se destruyeran las fotografías? ¿Por qué el Pentágono está tan desesperado por mantener las imágenes fuera del dominio público? ¿Es porque las imágenes son falsas y no muestran heridas consistentes con el relato de la operación de los Navy SEALs en el edificio de Bin Laden, o porque pertenecen a una fecha anterior?
Como se ha logrado documentar en el pasado, la historia oficial de la operación, que ha cambiado en numerosas ocasiones, plantea serias dudas. En 2013, el periodista ganador del Premio Pulitzer, Seymour Hersh, dijo que todo el incidente fue "una gran mentira" y que "ni una palabra" de la versión entregada por el gobierno de Obama es verdad.
Las especulaciones y cuestionamientos en torno al relato oficial de lo ocurrido han persistido, principalmente porque la Casa Blanca se ha rehusado a publicar las imágenes del cadáver de Bin Laden. Aunque el gobierno señala que el cuerpo fue inmediatamente "enterrado en el mar", en línea con la tradición islámica, pronto se supo que aquella no era una práctica habitual.
El ex funcionario del Departamento de Estado y novelista, Steve Piezcenik, ha sostenido que Bin Laden había estado muerto desde hace años y que la redada en Paquistán fue sólo una acción propagandística.
Otras preguntas persisten, como por ejemplo, el por qué la Casa Blanca dijo que las imágenes del "cuarto de situaciones" mostraban a Obama viendo en vivo la operación, cuando en realidad no era efectivo, o por qué los vecinos inmediatos del edificio señalaron, con absoluta certeza, que nunca habían visto a Bin Laden, ni pensaban que viviera en el lugar.