Alexandre Artamonov entrevista a Thierry Meyssan por la conferencia Ginebra 2 y la cuestión Siria

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Rusia, con Estados Unidos y la Unión Europea, se halla inmersa en la preparación de la conferencia Ginebra 2 sobre la cuestión siria. Sin embargo, tras la cortina del palabrerío diplomático se siente un vacío cósmico ya que la llamada oposición siria no sólo es cada vez menos representativa sino que, además, está siendo derrotada en todos los frentes militares de esta guerra subversiva orquestada por los estadounidenses siguiendo el modelo de Lawrence de Arabia. Efímera y altamente etérea, esta extraña oposición, que parecía surgida en un país solidario con su presidente, se ve cada vez más claramente como un injerto occidental que trata de aferrarse al añoso olivo de la nación siria. Pero el injerto está siendo rechazado por el tronco y está languideciendo poco a poco. La oposición externa está viviendo sus últimos momentos y la aventura bélica de quienes estuvieron a punto de incendiar el planeta está llegando a su fin.

Thierry Meyssan, figura predominante de la resistencia mediática francesa, se halla en Siria y nuevamente nos ofrece su visión para un completo análisis de todos los aspectos de la situación.


La Voz de Rusia: ¿Podría tener un efecto positivo la Conferencia Ginebra 2?

Thierry Meyssan: Cuando hablamos de la oposición siria, estamos hablando de títeres que intervienen en nombre de potencias externas, actualmente 11 países que se agrupan bajo el título de «Amigos de Siria». Por otro lado, el objetivo de la conferencia de Ginebra es establecer la paz en Siria. Está basada en un acuerdo anterior entre Rusia y Estados Unidos, que ya tiene un año y medio que no había podido concretarse hasta ahora.

¿Funcionará ahora para esta conferencia Ginebra 2? Todo parece indicar que sí pero no es seguro ¡y Estados Unidos todavía se reserva la posibilidad de sabotear esta conferencia si no logra imponer esa solución a sus aliados! Es una situación bastante complicada. Estados Unidos es quien imparte las órdenes en esta guerra... Quiero recordar que fue Estados Unidos quien declaró la guerra a Siria al votar la Syrian Accountability Act en 2003. A partir de aquel momento, Estados Unidos trató un gran número de veces de entrar en guerra hasta llegar a los acontecimientos que hoy estamos y que constituyen una guerra a través de intermediarios, o sea a través de otras potencias. Estados Unidos ha delegado sus poderes de guerra a Francia y Gran Bretaña y a las potencias regionales, o sea Turquía, Jordania y sucesivamente a Qatar y Arabia Saudita.

Pero cuando uno a los demás a la guerra es difícil llegar y decirles: «¡Ahora se acabó! ¡Váyanse para su casa porque perdimos!» Esa es la situación que Estados Unidos está tratando de manejar en este momento. Yo decía hace un moment que todavía puede sabotear la conferencia porque dentro de 2 días [El 16 de enero de 2014. Nota de RV.] tendrá lugar la primera audiencia del Tribunal Especial para el Líbano. Si Estados Unidos quiere sabotear la conferencia no hay más que acusar nuevamente a Siria del asesinato de Rafik Hariri basándose en cualquier falso testigo que será desmentido en unos cuantos meses. Eso bastaría para interrumpir el proceso de negociación.

La Voz de Rusia: Hablando precisamente de la oposición siria, ¿quiénes son en realidad?

Thierry Meyssan: No hay una oposición estructurada, lo cual corresponde al deseo inicial de Estados Unidos que quiso desatar en Siria no una guerra convencional, de frente contra frente, sino lo que se ha dado en llamar una guerra de cuarta generación en la que se manipula a la población haciéndole creer que existe un desastre generalizado y que la caída del régimen es inminente. Y es así como se convence a la gente de cosas que aún no han sucedido. En esta guerra de cuarta generación se había decidido financiar varios grupos dispersos, diferentes entre sí, para dar la impresión de que había un movimiento generalizado. No existe coordinación entre esos diferentes grupos y estos comenzaron a cometer actos de terrorismo aquí y allá para convencer a la población de que era verdad lo que veían en [los canales de televisión] Al-Jazeera y Al-Arabiya.

Eso funcionó durante algún tiempo. Finalmente, Estados Unidos consideró que aquello no funcionaba. Se hizo la primera conferencia de Ginebra para poner fin a la guerra pero, unos meses más tarde, Israel, Francia y Qatar primeramente y más tarde Arabia Saudita reactivaron la guerra trayendo masivamente yihadistas del mundo entero.

Pero, como se habían impartido instrucciones para que los diferentes grupos siguieran siendo diferentes entre sí, nunca llegó a construirse un ejército homogéneo como exigía el cambio de estrategia militar.

Es además por esa razón que han sido derrotados claramente en el terreno. Y también es por eso que no logran una representación coherente para esta conferencia Ginebra 2. Cuando hablo de representación coherente me refiero a líderes políticos que irían [a la conferencia] a hablar en nombre de los grupos extranjeros infiltrados en Siria.

La Voz de Rusia: Última pregunta. ¿Cree usted que el gobierno de Bachar al-Assad puede mantenerse o hay que pensar en la salida del presidente sirio con la creación de un gobierno de transición?

Thierry Meyssan: Primero que todo, según varios enemigos de Siria -me refiero a la OTAN y Turquía- el respaldo popular a Bachar al-Assad se estima actualmente entre el 60 y el 88% de la población. No podemos menos que comparar: En Francia actualmente el apoyo popular al presidente de la República [Francois Hollande] ¡es de un 15%! Entonces, si alguien tiene que dejar el poder ¡no es precisamente Bachar al-Assad!

Por otro lado, si miramos la técnica militar utilizada, sí se ha necesitado tiempo para alcanzar la victoria. Hoy se habla, en efecto, de victoria ya que la ciudad de Alepo está siendo liberada y se está limpiando completamente la periferia de Damasco. Se han necesitado 3 años para eso. Y durante esos 3 años las potencias extranjeras no han parado de enviar combatientes extranjeros. Ni siquiera se sabe con precisión cuantos han sido enviados. Los estimados mencionan cifras muy diferentes, entre 40 000 y 160 000 combatientes extranjeros enviados a Siria. Probablemente hay todavía 120 000 combatientes extranjeros en territorio sirio.

Se ha necesitado tiempo pero Assad ha logrado ganar a pesar de esa coalición exterior... Y, por otro lado, en el interior del país el Estado sigue funcionando al cabo de estos 3 años. Yo vivo en Damasco... y aquí no se carece de nada, absolutamente de nada. Usted puede encontrar aquí absolutamente todos los productos necesarios para la vida corriente. Por supuesto, no hay una variedad enorme. Si usted busca atún en conserva, encontrará una sola marca... pero existen todos los productos que uno puede necesitar. Lo mismo sucede en la costa del Mediterráneo, donde no sólo se encuentra de todo sino que además visiblemente ya ni siquiera hay acciones militares.

Sin embargo, hay zonas del país donde ya no funciona el Estado: las zonas llamadas «liberadas» por esa oposición armada. Pero, cuando se dice que el Estado no funciona en esas zonas, eso quiere decir solamente que se han detenido algunos servicios mientras que otros siguen funcionando. Por ejemplo, los hospitales... y también las escuelas. Incluso en los territorios ocupados por esas bandas armadas hay escuelas que siguen funcionando y que siguen recibiendo financiamiento, pero no de las bandas armadas ni de los padrinos extranjeros de esos grupos.

Sí, la política de Bachar al-Assad ha resultado exitosa y ese éxito será de seguro ampliamente estudiado ahora por todas las academias militares del mundo porque es la primera vez que vemos este tipo de guerra. Hasta ahora, las guerras de cuarta generación se desarrollaban en otro contexto, como el final de la guerra de Vietnam o la resistencia del Hezbollah ante Israel... Pero nunca en la situación de un Estado atacado desde el exterior por bandas armadas.


Alexandre Artamonov
Director de Redacción de La Voz de Rusia
en lengua Alemana y Francesa




Comentario del autor (Alexandre Artamonov). Thierry Meyssan es un eminente observador y analista pero se equivoca en un punto. El primer país que tuvo que enfrentar una invasión de bandas armadas con instauración de un régimen wahabita fue Rusia, en suelo checheno y en detrimento del pueblo checheno. Pero esa fórmula mágica ya no funciona y es hora ya de que el presidente estadounidense Obama y el presidente francés Hollande comiencen a pensar en una postguerra en ese Medio Oriente que tanto han castigado.



LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE CRÓNICA EN ZONA LIBRE.