Un documento preparado por la Fundación Internacionalismo Democrático del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, la Fundación Centro de Pensamiento Primero Colombia y la empresa estadounidense de consultores FTI Consulting, confirma la existencia de un plan de desestabilización contra Venezuela que pretende derrocar a Nicolás Maduro, según reveló este martes la periodista Eva Golinger.
El escrito redactado el 13 de junio de 2013 (ver al final de la nota) en una reunión de miembros de la oposición venezolana (María Corina Machado, Julio Borges y Ramón Guillermo Arévalo), el experto en guerra psicológica J.J. Rendón y el encargado de la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID) para América Latina, Mark Feierstein, se titula 'Plan Estratégico Venezolano' y contempla una serie de acciones para desestabilizar al gobierno venezolano con la ayuda de agentes de presión en Chile, Perú, Costa Rica y otros países latinoamericanos.
Además de promover el desabastecimiento de productos básicos, el boicot del suministro eléctrico y el discurso confrontacional del opositor Henrique Capriles, el plan propone "contactar con grupos de militares en activo y en condición de retiro para ampliar la campaña dirigida a restarle prestigio al Gobierno, dentro de las Fuerzas Armadas. (...) Es vital preparar a los militares para que a partir de un escenario de crisis y conflictividad social encabecen la insurrección contra el Gobierno, o al menos que apoyen una intervención extranjera o un levantamiento civil".
Como parte de este complot proyectado a consumarse en el marco de las próximas elecciones municipales del 8 de diciembre, los autores proponen "crear situaciones de crisis en las calles que faciliten la intervención norteamericana y fuerzas de la OTAN, con el apoyo del Gobierno de Colombia". El texto plantea derechamente que "la violencia debe provocar muertos o heridos".
La filtración de Golinger viene a confirmar las denuncias de los portales chilenos Panoramas News y Verdad Ahora, así como también las acusaciones realizadas por el gobierno de Nicolás Maduro sobre la preparación de un golpe de Estado que implica al ex mandatario colombiano, Álvaro Uribe, y los comentarios emitidos por el ex vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, sobre dos agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que operan desde la embajada de Estados Unidos en Santiago con el fin de canalizar fondos del narcotráfico para financiar la operación.
Ver vídeo: "Agentes de la CIA en Chile planean asesinar a Maduro"
"Todo el mundo sabe en Venezuela que Álvaro Uribe Véliz es un hombre que está ligado (al narcotráfico), tiene control sobre grupos de narcotraficantes", declaró en agosto el ministro venezolano Miguel Rodríguez Torres, jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), luego de detener a dos sicarios colombianos presuntamente implicados en el plan de magnicidio contra el jefe de Estado de Venezuela.
Pocos días antes de la captura de los sicarios, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, había revelado la existencia de una reunión celebrada 10 días antes de las elecciones presidenciales en ese país, a la cual habrían asistido Uribe, el ex mandatario golpista de Honduras, Roberto Micheletti, un funcionario no identificado de la CIA y un delegado enviado por el espía anticastrista Luis Posada Carriles, quien vive actualmente protegido por el gobierno de Obama en Miami.
"Por ahí dicen que el señor (Posada Carriles) está muy enfermo, tiene problemas de salud, pero Posada Carriles no es sólo él, tiene una gran estructura alrededor de él", señaló el dirigente del parlamento, agregando que "en Bogotá se han hecho más de tres reuniones con el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, ligado al narcotráfico y el paramilitarismo en Colombia (...) No es casualidad que los dirigentes de Primero Justicia y Voluntad Popular tengan a Uribe como su principal asesor".
"No es casualidad que el asesino fascista de (Henrique) Capriles haya ido a reunirse a Chile con quien fue el secretario de (Augusto) Pinochet", agregó Cabello.
A finales de agosto fue el propio presidente Maduro quien habló sobre la existencia de "una banda", vinculada "a Pinochet... a Posada Carriles... a la ultraderecha colombiana, que siempre ha odiado a Venezuela y a los bolivarianos".
Un documento clasificado firmado por la ex encargada de negocios de la embajada de Estados Unidos en Caracas, Kelly Keiderling Franz, da cuenta del apoyo financiero entregado por organizaciones chilenas al líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles. El 10 de octubre Maduro expulsó de Venezuela a Keiderling y a otros dos funcionarios diplomáticos por intervenir en los asuntos internos de la nación.
A finales de octubre, Panoramas News publicó una lista detallada de los militares estadounidenses que se reunieron en la embajada de Estados Unidos en Santiago, dirigidos por el agregado naval del consulado, Ronald Townsend, para coordinar la operación contra Venezuela. Los conspiradores contaron con la colaboración adicional de Or Moshe, coronel del Ejército de Israel y agregado militar del Estado sionista en Santiago.
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