Bolivia: Presidente desmantela brazo intervencionista de la CIA

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Acusándola de interferir en los asuntos internos de Bolivia, el presidente Evo Morales determinó la expulsión de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID), una conocida fachada de la CIA.

"Hemos decidido expulsar a USAID de Bolivia, ¡se va USAID de Bolivia!", proclamó Morales en un encendido discurso por el Día del Trabajo, en la plaza de Armas de La Paz.

El jefe de Estado aseguró que el organismo norteamericano opera con "una mentalidad de dominación, de sometimiento", y la acusó de conspirar contra la nacion boliviana. El mandatario también levantó una protesta contra el secretario de Estado, John Kerry, por describir a Latinoamérica como el "patio trasero" de Estados Unidos.

Según la periodista Eva Golinger, USAID invirtió al menos $85 millones de dólares para desestabilizar al régimen de Evo Morales. "Inicialmente, Estados Unidos esperaba alcanzar el resultado deseado al entrenar a separatistas del distrito predominantemente blanco de Santa Cruz", escribe el columnista Nil Nikandrov. "Cuando el plan colapsó, USAID se volteó hacia las comunidades indígenas".

Nikandrov explica que la embajada de Estados Unidos en Bolivia promovió las revueltas indígenas que hace años exigieron el cese de la construcción de una carretera que dividiría el TIPNIS, una amplia reserva ecológica boliviana.

Conforme al historiador estadounidense William Blum, en la década de 1960 e inicios de 1970, USAID mantuvo "una relación estrecha de trabajo con la CIA". Ésta a su vez, agrega, operó "frecuentemente en el extranjero bajo la cubierta de la USAID".

En la actualidad, el organismo también es utilizado en otros países latinoamericanos como un brazo de la intervención política.

Según publica Venezuelaanalysis.com, a través de la compañía Development Alternatives Inc., USAID ha financiado más de 360 "becas" transferidas a organizaciones sociales, partidos políticos, comunidades y proyectos políticos en territorio venezolano. El partido del líder opositor Henrique Capriles, por ejemplo, ha recibido desde sus inicios el generoso aporte de USAID y la ONG National Endowment for Democracy, vinculada también a la CIA.